sábado, 27 de octubre de 2012

Espirales.


Esta perfectamente construida, ningún saliente, ni una variación en la rugosidad o el color, absolutamente uniforme. No tiene muescas ni señales, quizá nunca nadie pasó antes por aquí o no tuvieron fuerzas y tiempo para dejar marcas.

Al mirar arriba puedo comprobar como el cielo también se ha contagiado de esa homogeneidad, un azul casi oscuro de puesta de sol con todavía algo de luz, ninguna diferencia de matiz ni tonalidad.

Desde la mañana que llegué mi ropa también cambio y toda ella adquirió un solo color uniforme y apagado. Mi parte izquierda comenzó a parecerse a la derecha o la diestra a la siniestra, ya son iguales.

Cada día es idéntico y solo consiste en andar entre estos muros, buscar el centro, sin comer ni apenas dormir, no siento hambre ni sueño, un estado intermedio que se mantiene idéntico durante toda la jornada.

Ni un miligramo de pasión, solo una nómina mensual que no tengo donde gastar y tú, en el centro, con el whatssApp.


   
       

No hay comentarios:

Publicar un comentario